AbstractSince the advent of integrated conservation and development programs, participatory approaches have been used to engage local people in protected area management and conservation action. While participatory approaches provide local people a role in telling their own story and enable them to contribute to conservation and development processes, it is unclear how much consideration local people's opinions receive within the framework of a participatory process that exists to meet the specific goals and objectives of conservation programs. This paper evaluates the strengths and weaknesses of the participatory approach used in an applied research program conducted in three ejido communities in the Calakmul Biosphere Reserve on the Yucatan Peninsula of Mexico. The research program used community mapping, historical matrices, institutional diagramming, seasonal calendars, semi-structured interviewing and other community-level reflection techniques to assess the complex interrelationships among population growth, migration, tenure regimes, and land-use practices in rural communities bordering the reserve. The program also sought to build local capacity and support for land-use planning and conservation programs. While the paper acknowledges the critical benefits of local participation it also questions the compatibility of this approach with conservation programs administered by conservation organizations as they are currently structured.

ResumenEl enfoque de investigación participativa ha sido usado para involucrar a la gente local en el manejo de áreas protegidas y las actividades de conservación biológica desde los inicios de los programas integrados de conservación y desarrollo rural. Tal enfoque da a la gente local un rol en la comunicación de su propia historia y hace posible su contribución a dichos procesos de conservación y desarrollo; sin embargo, no hay claridad sobre cuánta consideración hay que dar a aquellas aportaciones locales con relación a las metas y objetivos de los programas de conservación. Este artículo evalua las fortalezas y debilidades del enfoque participativo empleado en un proyecto aplicado en tres comunidades ejidales avecindadas a la Reserva de la Biósfera Calakmul en la Península de Yucatán, México. Este proyecto incorporó el uso de mapas de la comunidad, matrices de historia, diagramas institucionales, calendarios, encuestas semi-estructuradas y otras técnicas de reflexión al nivel comunitario para evalorar las relaciones complejas entre el crecimiento población, la migración, la tenencia de la tierra y las prácticas del uso del suelo. Además, el proyecto intentó fortalecer la capacidad local en la toma de decisiones y apoyar la planeación del uso del suelo y actividades de conservación. Mientras que este artículo reconoce los beneficios críticos de la participación local, también cuestiona la compatibilidad de este enfoque con los proyectos de conservación administrados por las organizaciones conservacionistas como están estructurados hoy en día.